Su nombre deriva porque junto a una fuente había en ella un minglano o granado. No obstante la tradición popular fantasea una leyenda novelesca de una linda joven, llamada Minga y por mote la Galanilla, a la cual galanteaban varios opulentos magnates y de ahí según la leyenda que el pueblo tomara el nombre de la Minglanilla.
Su cercanía al río Cabriel y la reserva natural de las Hoces del Cabriel y el parque natural de las Hoces del Cabriel lo convierten en un destino imprescindible. Así, en la parte oriental del municipio, surge una depresión brusca hacia las famosas hoces que forma el río tras el extenso embalse de Contreras, que forma parte del límite norte del municipio. El resto del relieve del territorio es el propio de La Manchuela, llano en general con algunas elevaciones entre las que discurren ramblas que desaguan en el río Cabriel. El pueblo se alza a 826 m sobre el nivel del mar, aunque en las hoces la altura desciende por debajo de los 600 m.
La experiencia de observación del firmamento encuentra en Minglanilla uno de sus enclaves más idóneos.
La cooperativa local concentra una gran variedad de productos agrarios que detentan una excelente relación calidad-precio.